Sopa de cebolla

La sopa de cebolla es un gastrolujo francés. Hay que decir que cuando por primera vez leí aquello de que la cebolla nadara en la sopa no me resultó atrayente… qué atrevida y fatal es la ignorancia. Menos mal que a veces, me da el puntazo de atravesar mis propias líneas rojas y eso me salva. La sopa de cebolla es espectacular pero hay que hacerla con mimo, sin prisas. Tampoco hay que tenerlas (las prisas) para degustarla una vez se sirve porque guarda el calor un buen rato.
Si la sopa de cebolla es un lujo, para mí otro fue probarlo en “La Coupole“, un restaurante donde Simone de Beauvoir y Sartre comían habitualmente. Mitómana que es una.

Ingredientes

  • 25 g de mantequilla

  • 1/4 kg de cebollas

  • 1/2 litro de caldo

  • 50 g lonchas de pan de barra tostadas

  • 25 g de queso gruyère (o emmental o mozarella)

  • 1/2 dl de nata

  • 1 cucharada de coñac (opcional)

  • pimienta

  • sal

Elaboración

  • Cortar la cebolla en juliana muy fina y sofreír con la mantequilla en una cacerola tapada porque de lo que se trata es de que se ablande pero que no llegue a dorarse.
  • Añadir la nata, el coñac y el caldo y dejar hervir unos minutos.
  • Salpimentar
  • Verter en boles individuales, el caldo, encima el pan y encima del pan, el queso y gratinar al horno.

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